Conocí a Adrián por las redes sociales y me llamó la atención su carácter abierto, e imaginé que sería de esas personas que caen bien a todo el mundo. Me atreví a pedirle una entrevista, para conocerle y ver si podríamos encajar para el tratamiento de mi TCA, y me encantó su forma de expresarse y la cercanía que transmitía.
Desde aquel momento, me convertí en su acompañada y reconozco que no me equivocaba, pero hay mucho más que no podía ver en aquel primer momento: su experiencia en el tratamiento de los TCA’s, su forma de abordaje de la enfermedad manteniéndose firme, pero a la vez mostrándose cálido y cercano cuando lo necesitamos, sus planteamientos abiertos alejados de los típicos consejos de libro…todo esto consigue que cada sesión con él merezca la pena.
En resumen, poder tener a Adrián como psicólogo para el tratamiento de mi enfermedad es un lujo y estoy agradecida de que me diera la oportunidad de ser una de sus acompañadas.

Empecé terapia por prescripción médica, nunca me lo había planteado antes. Tengo que admitir que iba con miedo (a lo desconocido) pero tuve la gran suerte de conocer en esas sesiones al que es mi psicólogo y acompañante.
Gracias a la terapia he conseguido superar miedo que había normalizado y que me entorpecían el día a día. Sigo trabajando, evolucionando y conociéndome al lado de una persona que me escucha, no me juzga, me valora, hace que me valore a mí misma y que descubra lo que realmente necesito en cada momento.
Aunque suene extraño ya que la terapia nos hace trabajar aspectos que remueven, es mi zona de confort. Asistir a terapia me ha aportado un crecimiento personal increíble, ha sido y sigue siendo un recorrido en el cual, sin Adri como acompañante, no habría sido posible.
Cuando me preguntan porque hago terapia suelo contestar que por lo mismo que otras personas van al gimnasio. Entreno mi mente, la cuido, la mimo junto al mejor entrenador.
Gracias por estar a mi lado, como siempre te digo mientras estemos en este mundo no te dejaré jubilar.
Te quiero te adoro y te admiro.



